Medios de Comunicación y libertad según Habermas Y Marcuse

Habermas y su concepción de comunicación y libertad en la sociedad contemporánea

En la actualidad parece ser importante estar posicionado bajo una perspectiva o paradigma que te identifique con un colectivo. Ser seguidor o detractor de una teoría, una metodología, un técnica de investigación, una idea, un movimiento, etc. parece cobrar un importante significado, en el que tu propio pensamiento se magnifica y se hace poderoso en unión a concepciones similares dentro del mismo campo. Un planteamiento que nos debe hacer ver que lo que dice uno como algo bueno, puede ser lo que dice otro como algo malo. Sentido por el que debemos ser críticos a la hora de aceptar planteamientos ajenos a los propios, y es que, Habermas en esta linea de pensamiento nos propondrá un visión más positiva de los medios de comunicación, en comparación con la propuestas por Marcuse en artículos anteriores.

Según la visión Habermasiana, los medios de comunicación no deben se entendidos de maner general como elementos de control por parte del poder político o económico (Walter, 2011). Es decir, debemos tener una visión más positiva de las posibilidades que estos nos otorgan, ya que al igual que un cuchillo puede preparar platos exquisitos, también puede ser un arma homicida. Los medios de comunicación, son herramientas con las que el mundo se encuentra interconectado, una gran ventaja e inconveniente según desde el lado que queramos verlo. En sentido ventajoso nos aporta conocimiento e inmediatez para difundir aquello que queramos y cuando queramos, pudiendo permitirse multitud de planteamientos por distintos usuarios sobre un mismo tema. Una plural democracia que los medios antes no tenían, pues eran visiones unidimensionales, sin embargo, apariciones como la web 2.0 reconvierte los canales comunicativos en auténticos elementos de interacción.

En definitiva, todo aquello que es nuevo produce desconcierto e inseguridad. Todo aquello que no tiene control aparente puede producir incertidumbre y rechazo, pero una cosa es clara, del caos surgió del orden. No debemos de preocuparnos en cómo el medio está siendo empleado para manipularnos, alienarnos, aislarnos, etc. debemos de procurar preocuparnos por conseguir aprovechar las muchas ventajas que estas tienen. La educación es el arma para la ignorancia, y nos servirá para no caer en los grandes males que dicho medio puede reportarnos. Ser conscientes que existen nos hará sabios para discernir entre lo que queremos conseguir nosotros mismos con los medios de comunicación y lo que otras personas pretenden conseguir con ellos mediante una mala praxis.

Del planteamiento de Habermas al de Marcuse respecto de libertad y comunicación

Por lo que se refiere a la concepción de libertad y comunicación, es importante entender el planteamiento de Marcuse desde las siguientes perspectivas:

• La ciencia ha posibilitado la creación de un sistema de control mediante los instrumentos necesarios para, que además, esta situación pueda autoabastecerse por si misma. Siguiendo a Gadea, diremos que lo que Marcuse afirma es que tecnología no es sólo un medio de la dominación sino la dominación misma.

• Las tecnologías están sobreponiéndose sobre la propia naturaleza humana. Un proceso que conlleva las graves consecuencias de alienación y subordinación de una clase a otra. Así como la perdida de autonomía profesional donde el trabajo humano es devaluado por la máquina.
• El uso del discurso con claros fines manipulativos.
• La  tecnologías esta creando un nuevo paradigma de trabajo de subordinación a la máquina. Se pasa del trabajo manual al mental.
• El modelo capitalista esta generando un falso sentimiento de felicidad que produce la sumisión de la clase que debería estar luchando por sus intereses. Un extraña lógica donde el esclavo no debe darse cuenta de que lo es. Según Gadea, la sociedad capitalista avanzada es la sociedad que convierte a todos en esclavos, incluidos los propios amos.
• La conciencia feliz –o sea, la creencia de que todo lo real es racional– refleja un nuevo conformismo que se presenta como una faceta de la racionalidad tecnológica y se traduce en una forma de conducta social (Gadea).
• La dominación encuentra su máxima expresión en un lenguaje lleno de poder y con capacidad de influir a traves de los medios sobre la población no crítica que lo recibe.

Desde el punto de vista de Habermas extraemos las siguientes conclusiones:

• Los medios de comunicación no deben se entendidos de maner general como elementos de control por parte del poder político o económico.

• Según la concepción habermasiana, los medios de comunicación no pueden generar toda la información, pues encontramos múltiples emisores y actores en dicho proceso.
• Es necesario observar como los medios pueden tener una función de dominación o de liberación según como estos sean utilizados y absorbidos.
• Para Habermas existe una clara dualidad entre la lógica de la dominación y la de la libertad que pude generar que exista un amplio grupo de comunicadores.
• Siguiendo a Gade en relación al pensamiento de Habermas, diremos que el solo hecho de entrar en un proceso comunicacional supone una “comunidad libre de argumentación” que puede durar indefinidamente y en el que cualquiera puede intervenir y decir lo que sea de su interés o su deseo.
• El lenguaje puede ser entendido según Marcuse como ese elemento manipulador que puede llevar al control, pero Habermas expone que el lenguaje es más complejo de lo que nuestras herramientas teóricas permiten decodificar.

Una reflexión sobre los medios de comunicación y libertad

Es difícil hoy en día saber quien es uno. Saber cuál es su postura en la vida y en qué sentido puede contribuir para bien o para mal. Los seres humanos somos seres sociales, interconectados por las relaciones que vivimos en nuestro día a día y por las nuevas tecnologías que nos permiten ampliar dicha red de interconexión. Vivimos en un complejo mundo que viene sin manual de instrucciones, sin un botón de pausa que nos permita parar, pensar y decidir sobre lo que hicimos, hacemos y queremos hacer. La individualidad hoy en día es el bien más preciado con el que cada ser humano cuenta desde que nace. Una individualidad que se torna en colectividad desde el momento que empezamos a sentir y pensar del mismo modo que otros lo hacen. Posiblemente los pensamientos más puros sean los que tiene un bebé contemplando por primera vez el mundo. Pensamientos que con el paso de tiempo se vuelven complejas redes de ideas y verdades. Verdades, dicho sea de paso, que debemos aceptar o rechazar según el grado de confianza y cultura que poseamos para discernir entre lo que se nos dice y lo que queremos decir.

Podemos entender los medios de comunicación mediante la postura expresada por Habermas y Marcuse, observando distintas perspectivas. Perspectivas que a groso modo pueden hacernos entender este fenómeno de la comunicación como un proceso alienador o emancipador para el intelecto humano. La comunicación, sus herramientas y técnicas nos permiten ser libres para decidir que vemos, consumimos y producimos, pero también, nos hace más vulnerables a la hora de saber si todo aquello que vemos, consumimos y producimos es realizado desde la individualidad de la que se hablaba, o al contrario, desde la desinformación de creer que lo que pensamos es producto de nuestro pensamiento. Es decir, parece ser que gracias a tan vasta red de nodos que permiten unir el mundo desde cualquier parte del planeta, existe y esto no debe ser puesto en tela de juicio, intereses de poder fundamentados en el capital y el control de unos pocos para con muchos.

Los medios de comunicación unifican del mismo modo que aíslan, te hacen más inteligente del mismo modo que facilitan la ignorancia, crean una «aldea global» en el que conceptos como sociedad, verdad, información, comunicación, etc. adquieren matices distintos a los planteados hace décadas por filósofos, sociólogos, antropólogos, etc. Posiblemente Bauman estaba en lo cierto cuando hablaba de su modernidad líquida, para referirse a la incertidumbre de saber si lo que fue sólido, seguro y predecible, será vivido en los días venideros como un mar confusión y duda.

La industrialización conlleva contaminación, las guerras muerte y violencia, la pobreza hambre, el poder sumisión, etc. Una larga lista sobre los grandes males que colapsan nuestro querido sistema democrático y destruyen nuestro único y amado Plante Tierra, pero que tienen una fácil solución. Una educación libre y pura de contenidos para construir identidades que no esten subordinadas a otras inteligencias, emancipadas de organismos de poder que busquen esclavitud física o mental, seres con pensamiento crítico a la hora de recibir la información y generar los contenidos, etc. En definitiva, a última instancia somos libres de decidir si queremos continuar por el sendero o explorar nuevos páramos aún no pisados.

Bibliografía

---

• Federico Gadea, W. F. (2011). Formas de comunicación, libertad y acción emancipadora en la teoría de la comunicación de Jurgen Habermas. In La ética de la comunicación a comienzo del siglo XXI: I Congreso Internacional de Ética de la Comunicación, libro de actas. Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, 29, 30 y 31 de marzo de 2011. Juan Carlos Suárez Villegas (ed.)(pp. 624-636). Sevilla: Universidad de Sevilla.
• Gadea, W. F. (2012). La reconstrucción histórica del proceso de dominación en la obra de Herbert Marcuse. Astrolabio: revista internacional de filosofia, (13), 174-188.