10 estrategias de manipulación de la comunicación en la actualidad

En un mundo cada vez más infoxicado, donde el poder de las armas pierde valor y el de la información se vuelve poderoso, ser capaz de controlar los medios que distribuyen y crean dichas verdades, es el principal  elemento de control empleado por clases políticas, marcas e individuos, que generan ideas y crean argumentos sin fundamentación o baja información contrastada. Un problema, que como seres gregarios integrados dentro de sociedades nos debe generar la inquietud de replantearnos si somos Homo Sapiens críticos y sabios en torno a la información que recibimos y producimos. ¿Realmente sabemos si lo que vemos, oímos y escuchamos no está siendo manipulado bajo intereses particulares?

 

 

Estrategias acerca de la manipulación de la comunicación

Según el artículo publicado por Timsit, acerca de las estrategias de manipulación de la comunicación en los medios, tomando como referencia los planteados por Noam Chomsky, se nos plantean 10 técnicas, utilizadas para poder sugestionar e incluso alienar gustos y pensamientos de los que recibimos dicha información a través de los medios, previamente premeditada a un fin y con unas características particulares. Estas son, dichos son, explicados con otras palabras:

1. Estrategia de distracción

En un mundo cada vez más hiperconectado, donde las brechas tecnológicas desaparecen en los países desarrollados y, son poco relevantes en los subdesarrollados, la capacidad para generar múltiple información de baja calidad hace posible la distracción de nuestros sentidos. Los problemas importantes son enmascarados por otros de baja relevancia, haciendo posible, de este modo, que el impacto de estos sea menor e incluso inexistente.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones

Si nos hicieran creer que la lectura es un mal que genera problemas de pensamiento, de disputa, de guerras, de conflictos sociales, etc., como nos hacia creer Bradbury en su novela distópica Farenheit 451. Seguramente nosotros mismos querríamos que los libros fuesen quemados, arrojando todo este saber de forma voluntaria a las hogueras encendidas con los fósforos de la mentira y la premeditación peor intencionada. En definitiva, creado una vez el problema, nosotros mismos aceptaremos las «medidas necesarias» impuestas para subsanarlo.

3. La estrategia de la gradualidad

Sucede a diario y no nos damos cuenta. Desde el momento en que aceptamos términos de servicio hasta el uso paulatino de dispositivos tecnológicos. Si algo es introducido, bueno o malo de forma gradual y escalada, la repercusión que esto tendrá será gradual y escalada en igual medida. Sucede con la aplicación de políticas  sociales y la reducción de derechos, pero parece no importarnos, ya que cuando claudicamos con medidas de bajo impacto, no vislumbramos un futuro compuesto por el conjunto de esta gradualidad progresiva que conlleva medidas de suma importancia social.

4. La estrategia de diferir

Es una técnica muy empleada por nuestros políticos. Una demagogia extrema que nos sugestiona opciones buenas dentro de las menos malas, pero sin ofrecernos la alternativa de plantearnos si estas son necesarias o no. Lo que hoy te muestro como imprescindible, por muy malo que sea, tú la aceptaras en un futuro, pensando que es preciso para alcanzar la solución del problema.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.

Si el discurso que empleamos es creado para la masa social, optaremos por el uso de un tono y argumento  infantil. Conseguiremos de este modo engañar al espectador, evitando la reflexión y esperando una reacción acorde al mensaje, infantil y con un  bajo o nulo carácter crítico por parte del receptor.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.

Desde que nacemos hasta que morimos, las emociones sirven para hacernos más adaptativos al entorno que experimentamos (Collado, R.) Si somos capaces de controlar estos estados afectivos innatos y automáticos, seremos capaces de inducir cambios fisiológicos, cognitivos y conductuales en los sujetos, a nuestro gusto y para nuestros fines e intereses.

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.

Si entendemos el término cacique, en su acepción de abuso de poder sobre una colectividad, seguramente pensemos que es algo malo. Ahora bien, si desconocemos quien es ese cacique, seguramente ya no sepamos si estamos bajo la influencia o no de este despotismo. Un claro ejemplo son las políticas educativas que automatizan y politizan los currículos educativos a fin de controlar lo que se enseña y, a ser posible, lo que aprendemos.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.

Muy relacionado con el apartado anterior. La ignorancia colectiva, nos hace creer como individuos que esta no tiene importancia. Es decir, si hacemos ver al público que todos somos iguales, la tranquilidad de pensar que no somos «el más tonto dentro de un mar de ignorancia» nos producirá tranquilidad e incluso felicidad.

9. Reforzar la autoculpabilidad.

Si pensamos que es nuestra culpa el ser ignorantes, seguramente no atribuiremos dicho mal a nadie más que a nosotros mismos. Debemos ser capaces de poder reflexionar sobre nuestra culpabilidad y grado de implicación en torno a un problema, ver en qué medida nosotros podemos influir durante el proceso que lleva al producto.

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismo se conocen.

Uno de los grandes problemas, a mi parecer, de la era tecnológica, es la posibilidad que las empresas y gobiernos tienen de poder conocer nuestros intereses y opiniones mejor que nosotros mismos. Posible, gracias a toda esa información que está en la red y nosotros hemos cedido; almacenada en distintas bases de datos que no podemos ya controlar. La posibilidad de segmentar y filtrar según intereses en estas y, poder usar esto para dirigir los esfuerzos hacia un público objetivo, creando intereses y reforzando los ya creados nos hace vulnerables. El consumismo, posiblemente uno de los mayores males actuales, hará que el Planeta colapse por su incapacidad para generar recursos limitados para una población ávida de banalidades.

Mass Media y manipulación de la comunicación

Podríamos pensar, que algunas de las estrategias descritas con anterioridad no son utilizadas a día de hoy y, menos aún capaces de influir en nuestro modo de pensar y actuar. Sin embargo, históricamente y, de manera reciente en España, todas y cada una de estas técnicas son llevadas a cabo por gobiernos y grandes empresas corporativas para crearnos conciencias alternativas.

Algunas ideas que actualmente aceptamos como dogma, tendrían que ser replanteadas. Así por ejemplo, hace unos años se nos dijo que una crisis económica se avecinaba, entremezclada entre información difusa y poco transparente. A continuación, se empezaron a crear medidas graduales de recortes sociales que afectan a nuestro estado de bienestar, alcanzado con el esfuerzo e impuestos de una clase trabajadora. Medidas, a día de hoy impensables hace unos años, pero que habiendo sido instauradas con mesura, paulatinamente en el tiempo, nos desvinculan de un pasado cercano y nos sitúan en una realidad sobre la que ya no podemos actuar. Asimismo, todo esto se consigue a través de información controlada mediante la manipulación de la comunicación, donde se permite y busca la ignorancia social, a fin de conseguir recortes injustos sustentados en la autoculpabilidad de hacernos creer que dicha situación es consecuencia nuestra, y no, de una clase política y banquera que abuso del engaño, dentro de un sistema capitalista sustentado por una mentira ya arraigada, el dinero como cifras ficticias generadas en ordenadores sin valor real.

 

Actitud crítica frente a los medios de comunicación

Cuando consumimos información, debemos ser capaces de plantearnos si dicha perspectiva, realidad o punto de vista está fundamentada en argumentos contrastados.

Lo que leemos ¿Busca viralidad y difusión sin importar su certeza o valor?, o por contra, ¿Debemos plantearnos el valor de dicha información antes de aceptarla como dogma?.

Podríamos decir, que estas dos cuestiones son el inicio que debemos plantear cuando consumimos medios. Estar preparados para analizar el contenido que recibimos, contrastarlo y efectuar una curación de contenido a través de distintas fuentes, formatos y autores. Una vez, aceptamos dicho contenido, llega el momento de tener una actitud crítica, estar preparados para interiorizar un punto de vista ajeno y, al mismo tiempo, tener el propio.

 

La audiencia, contenido y manipulación de la comunicación.

Debemos pensar que el concepto de audiencia para los medios de masas es muy relativo, pues debemos entender las distintas franjas horarias en las que será distribuido el contenido, los gustos, sus intereses, las inquietudes que nos motivan a consumir, etc. En definitiva, la audiencia es muy amplia y variada, solamente filtrable a través de métricas de estudio que nos permitan acotar y delimitar, según lo dicho anteriormente, hacia donde queremos enfocar nuestros esfuerzos, nuestros anuncios, nuestra información…

Una vez lo hemos conseguido, solo tendremos que manipular, entendiendo esta palabra en un sentido negativo o positivo, según su procedencia y objetivo de conseguir vincular intereses de manera subliminal, mediante la difusión de los mensajes escritos u orales que se están distribuyendo.

Reflexión sobre la info-toxi-comunicación.

Una vez analizadas algunas de las las estrategias de manipulación de la comunicación que pueden ser empleadas para condicionar el pensamiento de una población, en general o, de individuo, en particular. Cabe pensar sobre la importancia que la educación en medios tiene en nuestra formación inicial. Ser capaces imaginar el sistema educativo que queremos y, a través de políticas de cooperación social entre ciudadanos, conseguir delimitar un índice tentativo sobre contenidos tradicionales, actuales y con perspectiva de futuro que deben ser abordados para conseguir ciudadanos críticos dentro de una era de información y comunicación.

Poder crear individualidad a través de una consciencia colectiva, que comparta y cree conocimiento basado en la verdad y la objetividad, nos liberaliza y hace que no seamos vulnerables a la hora de consumir información dentro de un entorno cada vez más vinculado a las postverdad. Que podamos saber si estamos siendo manipulados y, en consecuencia, actuar a través de presión social y unidad que luche por el interés común.

 

Referencias.

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• Sylvain Timsit (2010) 10 Estrategias de Manipulación” de los medios. Pressenza
• Collado Carrascosa, R. (2013) El Emocionario. Palabras Aladas.
• Aubert, A. Flecha,A. García, C. Flecha, R. Racionero, S. (2008) Aprendizaje dialógico en la sociedad de la información. Hipatia.